Si miras a tu alrededor y observas bien, te darás cuenta que estamos rodeados de metales por todas partes: latas, motores, herramientas, cables, etc. Esos metales, la gran mayoría se pueden reciclar para volverlos a fundir y procesar creando nuevos materiales.
¿Por qué reciclar metales?
El reciclaje de los metales contribuye a no empeorar la situación que vivimos en la actualidad de contaminación, ya que al reciclar ésta se reduce en un 70%. Por eso, lo mejor es entregar estos residuos a un gestor autorizado que se encargue de ellos.
¿Cuáles son los metales que se pueden reciclar?
Hay una gran cantidad de metales que se pueden reciclar:
- Hierro: herramientas, verjas, hierro forjado.
- Acero: cubertería y menaje, fregaderos, sartenes y baterías de cocina, hornos y barbacoas, equipamiento de jardín y mobiliario, escaleras, motores, herramientas, latas, marcos, clavos, tuercas.
- Aluminio: utensilios de cocina, platos, puertas, ventanas, muebles de jardín, contenedores, papel aluminio, latas, bicicletas, herramientas.
- Cobre: tuberías, canalones, cables, conductores, cacerolas y ollas.
- Bronce: pomos de puertas, ornamentación, orfebrería y estatuas.
- Latón: piezas decorativas
- Plomo: baterías.
¿Cuáles son los metales que no se pueden reciclar?
La gran mayoría de los metales que existen en nuestra vida diaria se pueden reciclar, pero, si que es verdad que existen algunas excepciones que no están permitidas reciclarlas. Estos son los metales usados para pinturas o productos tóxicos, tuberías que no sean de cobre, perchas de ropa y pedazos de metal.
Ya sabes cómo puedes reciclar los metales y qué tipos son buenos metales para reciclar y cuáles no puedes reciclar por lo que ya estás tardando en ayudar al medio ambiente y separar tus residuos de metal para llevarlos luego al contenedor de metales usados y ayudar así en la reutilización de estos materiales.
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