En la era del reciclaje de materiales usados, los residuos son un objetivo estratégico y valioso cuyo segundo uso propicia un interesante negocio. Realmente el término «chatarra» de manera literal no corresponde a ningún residuo ni aparece en la Lista Europea de Residuos, pero es un término tan utilizado en la industria y en el sector del reciclado que ya forma parte del mismo. Partamos de la premisa de que se entiende por chatarra aquél conjunto de metales férricos o no férricos mezclados entre sí o no. Estamos hablando cuando se trata de residuos férricos del hierro, el acero y los residuos de fundición, altamente valorados para su recuperación ya que su procesamiento tiene como resultado directo un gran ahorro en energía con respeto a la producción primaria. De igual modo también suponen un importante descenso en el consumo de agua si comparamos el reciclaje con su producción.
Existen otros materiales también muy valiosos en esa cadena de reaprovechamiento como son los no férricos, entre los que se encuentran el aluminio, el magnesio, el cobre, el estaño, el plomo, el zinc o el níquel. El aluminio es sin duda el mas destacado de este ámbito. De igual modo que los férricos, estos residuos permiten el ahorro de grandes cantidades de materias primas de elevado precio y dificultad en su extracción.
El reciclaje de chatarra se fundamenta en la separación entre los diferentes metales para su destino final. Este proceso se realiza en varias etapas de cribado, trituración y separación para conseguir separar cada metal y recoger el resto de elementos como plásticos. La recuperación de metales puede dividirse según sus características: los férricos, contienen chatarra industrial, oxicorte, despunte de corrugado, virutas, maquinaria, vigas, etc. Los relacionados con el cobre pueden ser de1ª y 2ª, hilo cobre PVC, cable, pletina, tubo… Los de latón incluyen virutas secas, recorte, hilo latón, estañado… Los de aluminio incluyen recorte, cable PVC, perfiles, litografía… Los aceros inoxidables están compuestos de virutas y recortes. Los plomos suelen ser baterías (automoción) y tuberías. Los de bronces, por último, virutas, recortes o piezas de maquinaria.
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