La respuesta a esta pregunta es: no. El hierro y el acero no son lo mismo.
El hierro es un elemento químico elemental (Fe) del grupo de los metales. Por su parte el acero es una aleación, es decir, una mezcla de un metal o metales con otros elementos químicos. En concreto el acero es una aleación de hierro con carbono, el cual debe estar en una proporción de entre 0,5% y 2%. Además, el acero puede contener otros elementos químicos que le proporcionarán o mejorarán sus características para distintos usos o aplicaciones. Por ejemplo, el acero inoxidable contiene como parte de la aleación entre un 10% y un 12% de cromo (Cr), además de otros elementos como níquel (Ni), manganeso (Mn) o molibdeno (Mo).
Las propiedades del hierro y el acero son distintas
Debido a su distinta composición el hierro y el acero presentan diferencias en sus propiedades físicas y químicas (reactividad).
Las diferencias están en su dureza, resistencia mecánica, capacidad de soportar altas temperaturas, resistencia a la oxidación, resistencia a la corrosión por ácidos, resistencia a la humedad, ductilidad, maleabilidad, capacidad de soldarse, etc.
El hierro, a pesar de ser principalmente un elemento químico, también puede presentar impurezas que modifican sus propiedades. El hierro en estado puro, sin ningún tratamiento, es poco utilizado en construcción. Para utilizarlo el hierro se funde en los altos hornos y se introduce en moldes para obtener la estructura deseada. Por su parte, el hierro forjado se produce cuando el hierro se calienta para trabajarlo y moldearlo en la forja, usándose en la fabricación de estructuras, muebles, herramientas, etc. Este último es más maleable que el hierro fundido pero presenta menor dureza.
El acero es utilizado en infinidad de aplicaciones, actualmente es el metal más utilizado en el mundo (industria de la construcción, industria automovilística, aeronáutica, naval, utensilios de cocina, etc.). Presenta mayor dureza y resistencia a la tracción y a la compresión que el hierro, además de la posibilidad de contar con un material resistente a la oxidación (acero inoxidable). Comercialmente tanto los aceros como los aceros inoxidables se clasifican en función de los porcentajes de los elementos distintos al hierro; y que les confieren distintas propiedades.
Tanto el hierro como el acero son reciclables. Cualquier estructura (restos de obras, demoliciones, electrodomésticos, chimeneas, cadenas, vehículos, etc.) que contenga estos materiales pueden ser recogidos en chatarrerías donde se clasificarán dentro de los metales ferrosos y se tratarán para proceder a la recuperación del hierro y el acero y su reutilización. Según el grado de impurezas del metal recibido se realizan distintos procesos de fundición para obtener hierro con mayor pureza. Ese hierro se podrá utilizar por sí solo en la fabricación de estructuras o de nuevo se utilizará en aleaciones como el acero.
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