El reciclaje de aparatos electrónicos es fundamental para poder mantener el nivel de consumo actual de estos dispositivos. Pensemos en el elevado número de móviles, smartphones, portátiles, tablets, televisores, Smartvs, iPods… que tenemos por casa y también en la frecuencia con que se renuevan estos apararatos. Los números hablan por sí solos, el último informe de The Global E-waste Monitor de las Naciones Unidas indica que a nivel mundial producimos 6 kg de chatarra electrónica por habitante y coloca a España como el quinto productor de chatarra electrónica en Europa, con una media de 17,5 kg por habitante.
Un aparato electrónico contiene gran cantidad de materias primas que pueden y deben ser reutilizadas para la fabricación de nuevos dispositivos; además de algunos componentes, como sus baterías, que deben ser tratados de forma adecuada por su toxicidad y peligrosidad para el medio ambiente y la salud humana.
¿Sabes qué debes hacer para reciclar un aparato electrónico?
Hay tres opciones que acaban en el mismo punto:
- Podemos dejarlo en la tienda donde compremos el nuevo equipo, aparato o terminal móvil y ellos se encargan de continuar el proceso.
- Llevarlos nosotros directamente a un Punto Limpio de nuestro Ayuntamiento (también llamados Ecoparques en algunas ciudades) o Puntos de Recogida de Aparatos Electrónicos (muy fácilmente localizables en nuestra ciudad buscándolos en Google por ese nombre).
- Llevarlos a un establecimiento de venta de aparatos eléctricos y electrónicos de más de 400 metros cuadrados. Estos centros están obligados a aceptar los aparatos usados de dimensiones no superiores a 25 cm sin que tengamos que adquirir uno nuevo en dicho establecimiento.
En los tres casos los aparatos se recogerán por empresas especializadas y se trasladarán a plantas de reciclaje específicas. En estas se procede a la separación de sus componentes y su tratamiento de forma segura para darles una nueva vida. Con esto conseguimos rebajar enormemente el impacto ambiental de obtener nuevas materias primas, además de disminuir el coste energético de producción.
Si echamos un ojo a nuestro alrededor casi cualquier objeto en el que fijemos la vista es susceptible de ser reciclado, pero para ello es necesario que formemos parte del proceso depositando ese objeto en el contenedor adecuado o bien llevándolo al punto limpio donde se procederá a su correcto reciclado. Los aparatos electrónicos una vez rotos, estropeados o en desuso siguen siendo objetos muy valiosos debido a sus componentes; reciclarlos de forma adecuada para poder reutilizarlos en nuevos dispositivos está en nuestras manos.
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