La mayor parte de la basura que generamos es reciclable y los materiales que lo forman son reutilizables para la fabricación de nuevos productos. Algunos materiales como los metales pueden tener un número infinito de usos si los reciclamos de la forma adecuada. Por ejemplo el aluminio de las latas de refrescos o cualquier bebida; o el cobre de los cables de cualquier aparato eléctrico que desechamos.
Por suerte, cada día es mayor la conciencia social de que sin el reciclaje de nuestros residuos el planeta no podría abastecer nuestras demandas de materiales. Además de ser totalmente insostenible desde un punto de vista medioambiental (contaminación y uso de recursos energéticos).
Un paso fundamental para el reciclaje y reutilización de materiales (plásticos, latas, chatarra, escombros, etc.) es realizar una separación adecuada de los materiales. Por ello es muy importante saber cómo realizar la separación correcta de nuestros residuos en los distintos contenedores.
A la hora de reciclar en muchas ocasiones se nos plantean dudas sobre a qué contenedor debemos tirarlo. Aquí os damos algunas pautas generales y os remarcamos algunos de los errores más habituales a la hora de depositar nuestros residuos en el contenedor.
Residuos al contenedor azul: papel, cartón y cualquier envase de ese material.
¿Y las servilletas o cajas de pizza? Pues si tienen restos de comida deberían ir al de restos de residuos y si están limpios al azul.
Residuos al contenedor amarillo: envases de plástico, bricks, latas y materia inerte.
Pero, ¡los bricks llevan cartón! Sí, pero también en su interior aluminio, por tanto debemos echarlos al contenedor amarillo.
Residuos al contenedor verde: vidrio (botellas, vasos, etc.).
¿Y los espejos o platos de loza que se me han roto? Ni cristal ni cerámica debemos de tirarlos al contenedor verde. Debemos llevarlos a un punto limpio o, en todo caso, al de restos inertes.
Residuos al contenedor gris/marrón: que sería para residuos orgánicos.
Residuos para llevar a un punto limpio o centro de reciclaje:
- Chatarra electrónica (ordenadores, portátiles, tablets, móviles, televisiones, etc.)
- Electrodomésticos (lavadoras, frigoríficos, secadoras, etc.)
- Restos de poda.
- Escombros y restos de obra.
- Enseres y muebles (sillas, espejos, armarios, sofás, colchones, etc.).
- Pilas, baterías, etc.
- Aceites usados, aceites de motor, etc.
- Bombillas, halógenos, focos, etc.
- Cartuchos de impresoras o toners.
- Cualquier material que no sepamos en qué contenedor depositarlo.
Si tenéis dudas concretas la empresa ECOEMBES ha creado un asistente inteligente de reciclaje (AIRE) en su web. Tan sólo debéis introducir el nombre del residuo que tengáis duda de a qué contenedor tirarlo y el asistente os contesta de inmediato. También tenéis la opción de preguntarle de viva voz.
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