Desde un punto de vista medioambiental y de preservación del medio natural el reciclaje y valorización de la chatarra mediante su procesamiento para la reutilización de materias primas es fundamental para un desarrollo y crecimiento sostenible de las sociedades actuales.
Sin el reciclaje serían totalmente inviables los niveles de crecimiento actuales. Damos algunos números para valorar la situación. En la Unión Europea actualmente se utilizan una media de 16 toneladas de materiales por persona y año, y de este consumo, 6 toneladas se convierten en desechos o basura. Si consideramos que actualmente la población europea ronda los 508 millones de habitantes, el dato es que generamos anualmente ¡¡3048 millones de toneladas de basura!!
Las ventajas del reciclaje de chatarra para la sociedad
El reciclaje de chatarra lleva aparejado ventajas importantes para la sociedad y la protección del medioambiente en tres puntos:
- Se disminuye el volumen de residuos.
- Se preservan las reservas minerales y materias primas del medio natural así como se reduce el impacto ambiental de su extracción.
- Se reducen la utilización de recursos energéticos por las explotaciones mineras encaminadas a la obtención del metal.
La valorización de la chatarra
El reciclaje de chatarra y desechos de metal comprende el tratamiento de estos desechos y desperdicios metálicos, así como de artículos de metal, y su correspondiente conversión en materias primas utilizables de nuevo (materias primas secundarias). Así, la valorización de la chatarra implica todas aquellas actividades en las que el residuo se prepara para obtener los distintos componentes (metales) listos para tener esa nueva utilidad.
La importancia del sector de reciclaje de chatarra
El sector de reciclaje de metales es amplio y diverso habida cuenta de la diversidad de materiales procedentes de la chatarra. Si bien todos son metales, estos minerales tienen propiedades diversas y necesitan procedimientos específicos para su reciclaje. Así una primera diferenciación del sector es dividir entre metales ferrosos y no ferrosos (que incluyen todos los metales a excepción del hierro) tanto en estado puro como en sus posibles aleaciones. Dentro del grupo de los no férricos se incluyen: cobre, aluminio, estaño, plomo, cinc, níquel, cromo, titanio, magnesio, wolframio o tungsteno, cobalto, cinc, entre los principales.
Por facilitar algunos números os indicamos que un 75% del acero que se produce en España tiene su origen en materiales reciclados y que en 2016 se reciclaron 261.514 toneladas de envases metálicos junto a 7,2 millones de toneladas de chatarras férricas.
La chatarra reciclada en una empresa de reciclaje puede tener diversos orígenes: chatarra procedente de la propia empresa o fábrica; origen industrial; o procedente de productos y aparatos obsoletos (coches y vehículos fuera de uso, electrodomésticos, otros envases y desechos de reciclaje urbano, etc.). Considerando estos diversos orígenes y el nivel de producción y consumo actual, recordad los datos que hemos facilitado al principio de esta entrada, resulta evidente que el reciclaje de chatarra implica un importantísimo volumen de negocio dentro del sector del reciclaje.
El reciclaje de chatarra tiene un papel fundamental dentro de los procesos generales de reciclaje tanto por su elevado volumen así como por el valor de los materiales a reciclar.
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