¿Qué se hace con todo el material que llega a la chatarrería?

Seguro que alguna vez te has preguntado qué se hace con todo el material que llega a una chatarrería y la respuesta es muy sencilla, toda la chatarra que llega a una chatarrería se utiliza para ahorrar y para reciclar. Normalmente el material más reciclado es el acero, una aleación de hierro que contiene carbón.

Fases del proceso de reciclaje

Cuando la chatarra llega a la chatarrería, esta paso un proceso que es el siguiente:

• Lo primero que hace el vehículo cargado de chatarra es entra en la planta cargado y pasa a un báscula homologada donde se pesa para saber la cantidad de residuos férricos que se van a procesar.
• Una vez pesados todos los residuos se introducen en las instalaciones de la planta para descargar en las secciones que corresponda.
• El tercer paso es muy importante ya que llega el momento de revisar e inspeccionar la chatarra. Los profesionales de la empresa se encargarán de revisar todo el material férrico del que disponen. Se tasa y se valora sus posibilidades de compra y venta.
• Finalmente se clasifica toda la chatarra en tres tipos diferentes: férrica, no férrica o mixto. Tras esta clasificación se manipula y se acumulan en pilas para que vuelvan a salir.
• Una vez que el material ya está clasificado y reciclado, se vuelve a cargar en los camiones y se transporta a las fundiciones para convertirlo en materiales nuevos.

¿Por qué se recicla la chatarra?

La utilización de chatarra metálica se ha convertido en una parte integral de la industria siderúrgica, mejorando la viabilidad económica del sector y reduciendo el impacto medioambiental. En comparación con la extracción mineral, la utilización de metales férricos reciclados reduce de forma significativa las emisiones de CO2, la energía y el consumo de agua así como la contaminación atmosférica. Al mismo tiempo, el reciclado de acero hace un uso más eficiente de los recursos naturales de la Tierra.

Por tanto, la chatarra que se recicla sirve para ayudar al medio ambiente y para fabricar nuevos productos, maquinarias y elementos de acero. Una buena forma de reutilizar lo que ya no sirve y de ayudar así a disminuir la contaminación.