Existen dos motivos fundamentales por los que realizar correctamente el reciclado de cables de cobre.
El primero es desde un punto de vista de salud humana y conservación medioambiental. Si estos cables o sus restos se tiran de forma incontrolada sobre un terreno el cobre presente en ellos pasará a la tierra y será asimilado por las plantas, incluidos también los cultivos para consumo humano o ganadero. Igualmente, el cobre puede pasar al agua en concentraciones elevadas y potencialmente tóxicas para los seres vivos.
La segunda razón para realizar un correcto reciclado es el aspecto económico y de impacto medioambiental. El cobre es un material muy valioso y con un gran uso en nuestra vida diaria. Los cables eléctricos y cables de teléfono contienen este material en gran proporción. Pensemos por un momento la gran cantidad de kilómetros de tendido eléctrico y cableado telefónico a nuestro alrededor, sin contar los aparatos eléctricos y electrónicos de nuestra casa. Mediante el reciclado del cobre disminuimos la necesidad de extraerlo de la naturaleza además de reducir mucho los costes de producción, ya que el proceso de reciclaje es menos costoso que el de extracción desde materias primas.
Es importante recalcar que el cobre es 100% reciclable y un cobre reciclado conserva exactamente las mismas propiedades que el cobre del que procedía. Además con el proceso de reciclado favorecemos la conservación del medioambiente, protegemos la salud humana y reducimos costes económicos.
El primer paso para el reciclaje es una recogida selectiva de los materiales. En las planta de reciclaje se recepcionan los cables de cobre y se clasifican según su origen y composición. Estos cables proceden de aparatos de uso doméstico, industrial, obras, etc. y que han sido recogidos de los puntos limpios o procedentes de otras empresas. Los siguientes pasos en el reciclaje son:
- Separación de la cubierta plástica del metal. Los cables se cortan con maquinaria específica y se trituran. El material plástico es retirado a través de una cinta transportadora mediante aspiración y almacenado en cubas para ser reciclado de forma diferencial en otros procedimientos. Por su parte, el cobre en forma de granalla de hilo de cobre continúa en la cinta y es almacenado para continuar el proceso de reciclaje.
- Fundición del metal y análisis químicos para determinar su pureza. En este paso se evalúa el costo-beneficio de continuar con el refinado. Según su composición y la proporción con otros metales, se utilizará para formar aleaciones (latón, bronce, aleaciones con aluminio, etc.) o se procede a su refinado para aumentar su pureza (principalmente para su uso eléctrico).
- Refinado para aumentar la pureza o porcentaje en cobre. Los materiales de uso eléctrico requieren un alto grado de pureza. Según el componente “contaminante” se utilizarán distintas técnicas de separación para separarlo del cobre.
- Solidificación y creación de bobinas de hilos de cobre o lingotes.
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