Empecemos situándonos numéricamente en el consumo actual de metales. Centrándonos tan sólo en el acero, en 2017, el consumo anual por habitante fue de 287 kg. Ahora multipliquemos por la población mundial (más de 7.600 millones de personas). Nos salen números muy grandes, ¿verdad? Ahora imaginemos el impacto que supondría tanto en el medio natural como en consumo energético la extracción de todo el hierro necesario para la fabricación de acero. Asusta un poco, ¿no?
El reciclaje de residuos metálicos procedentes de chatarra (restos o residuos metálicos de cualquier origen: electrodomésticos, vehículos, edificios, instalaciones eléctricas, fontanería…) es una fuente de materias primas importantísima y que presenta grandes ventajas frente a la extracción de metales del entorno natural.
Principales ventajas del reciclado de metales en plantas de reciclaje de metales y chatarras:
- La primera ventaja es que los metales son un recurso agotable. Aunque podemos pensar que la corteza terrestre es muy grande y que ¿cómo se va a acabar el hierro o el aluminio? La verdad es que su localización en grandes concentraciones en zonas concretas para poder ser explotadas de forma medianamente eficiente es cada vez menor.
- El reciclaje reduce los efectos negativos sobre el medio natural (flora y fauna) derivados de la extracción en minas y canteras de los minerales metálicos.
- El reciclaje resulta energéticamente más eficiente que la extracción del mineral del medio, por lo que limita la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Igualmente la cantidad de agua utilizada en el proceso de reciclaje es menor.
- El reciclaje del metal tiene un importante valor en la industria ya que supone un abaratamiento importante de la materia prima, el metal. En algunos casos se han hecho cálculos de que si no existiera el reciclaje de materiales ferrosos (acero), no habría disponible actualmente en la naturaleza cantidad suficiente de hierro para abastecer las necesidades de producción actuales.
- El aluminio, el acero, y en general, la mayoría de los metales son 100% reciclables y las características de los metales reciclados son exactamente las mismas que las de un metal no reciclado.
- Los sistemas de reciclaje de metales son cada vez más eficientes, con rendimientos cercanos al 100%. Esto junto con la optimización de los sistemas de selección y clasificación de la chatarra permite recuperar y valorizar los metales procedentes de chatarra.
- Los residuos metálicos no reciclados pueden suponer una fuente de contaminación del medio natural y el agua. En el proceso de reciclaje de chatarra se produce una selección de materiales, entre los que pueden encontrarse metales o sustancias tóxicas o nocivas para los seres vivos y el medio ambiente. Durante el proceso de reciclaje estos materiales se gestionan para ser procesados de forma adecuada.
El reciclaje de chatarra permite recuperar metales como hierro, cobre, aluminio, zinc, plomo, latón, bronce, etc. Todos ellos fundamentales para la industria y la vida actual. A partir de la chatarra clasificada y seleccionada (materiales férricos, no férricos o chatarra mixta), los residuos son procesados para recuperar el metal utilizando distintas metodologías de tratamiento (fundición). Con esto se consigue valorizar estos residuos metálicos y permitir su reutilización como materia prima.
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